ESE MAR

Ese mar que contemplo

desde mi otero cósmico

no es el mar de los poetas.

En él no hay caracoles,

ni peces de colores,

no hay playas con mujeres hermosas

ni veleros ni gaviotas.

El mar de este tiempo es diferente.

En lugar de mercantes,

de cruceros fantásticos

y de cables con fibras submarinas,

hay olas negras,

aguas muertas,

los vertederos acaban

con los peces y el plancton.

Muere la vida sin remedio,

como si pintaran de blanco

las células del océano primigenio.

Enfurecido por la ofensa,

las lágrimas de ese mar, años después,

se convierten en aguas congeladas

que sumergen las orillas habitadas

y sepultan las esperanzas de los hombres

de carne y hueso y los monumentos

de su gloria.

Antonio Mora Vélez

Abogado, escritor, poeta, ensayista. Ha escrito los libros de cuentos Glitza (1979), El juicio de los dioses (1982), Lorna es una mujer (1986), Helados cibernéticos (2011), La gordita del Tropicana (2012), La duda de un ángel (2013), Atlán y Erva (2014), Lina es el nombre del azar (2014), Balada del encuentro más allá del silencio (2017), Glitza y El hijo de las estrellas (2018) y Glitza y otros cuentos escogidos (2020); los poemarios El fuego de los dioses (2001), Los caminantes del cielo (1999), The riders of remembrance (versión inglesa, 2010), Los jinetes del recuerdo (2015) y Los jeroglíficos del jardín (2019); las novelas Los nuevos iniciados (2008; 2ª. Edición, 2014), A la hora de las golondrinas (2011), Viaje al universo vecino (2016) y En la otra orilla del río (2018); y los libros de ensayos y artículos: Ciencia-Ficción: el humanismo de hoy (1996) y ¿Qué es la Ciencia-ficción? (2017). Sus cuentos y poemas figuran en varias antologías nacionales y extranjeras, entre las cuales destacamos: Joyas de la Ciencia Ficción (La Habana, 1989); Dimensión Latino - Antología latinoamericana de Ciencia Ficción (Paris, 2008) Tricentenario (Buenos Aires, Argentina, 2012) y Ficción y realidad (Stuttgart, Alemania, 2018). Ha ganado varios concursos literarios, entre los cuales: el concurso de El Espectador de 1971 con el cuento Glitza; y con el poema Los jinetes del recuerdo, el concurso internacional de poesía fantástica de la revista Minatura de España (2018). Es considerado un clásico y uno de los precursores de la ciencia-ficción colombiana. En agosto de 2014 el Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena le hizo entrega del Libro de Oro de las Letras Colombianas.