El ruido es considerado como aquel sonido no deseado por el receptor, lo que cataloga al ruido ambiental como un contaminante, que a diferencia de otros contaminantes ambientales tiene un impacto sumamente variable, debido a que la forma de percepción humana al ruido es muy subjetiva, la cual varía considerablemente entre diversas poblaciones de estudio con su régimen social. Sin embargo, una aproximación aceptable al límite de ruido al que puede estar expuesta una persona sin probabilidad de riesgo es el equivalente a una presión de 85 dB durante 8 horas (Organización Mundial de la Salud – OMS, 2015).
El ruido ambiental por su condición de contaminante de alta presencia en la mayor parte de los centros urbanos es considerado una problemática a nivel mundial, que a pesar de que comúnmente se cree que su efecto es mínimo, puede causar desde interferencia en la comunicación hasta diversos daños graves a la salud humana, como pérdida de audición, alteraciones psicológicas y cambios en la conducta (Restrepo Díaz, 2002). Así mismo, puede causar la degradación de la zona y alteración de las actividades típicas desarrolladas en esta.
Las emisiones del ruido en centros urbanos provienen de dos fuentes principalmente, correspondientes a fuentes móviles, conformadas por el tráfico de vehículos motorizados, y fuentes fijas, conformadas por industrias, locales comerciales, algunas actividades domésticas como el uso de equipos de sonido de alta potencia y demás. Aquellas que generan mayor emisión por su constante y elevada presencia son las fuentes móviles (Barreto Gómez & De León Barrios, 2009), y en conjunto con las fuentes fijas son las causantes de que el 50% de la población europea vivan en zonas de bajo confort acústico (Organización Mundial de la Salud – OMS, 1999).
En Cartagena de Indias la afectación por ruido es evidente principalmente en las intersecciones de elevado flujo vehicular, pero puede localizarse en diversos sectores destinados a actividades hoteleras, turísticas y sociales, principalmente en el horario nocturno en diversos locales donde se usan equipos de sonido de elevada potencia. Se ha estimado que tan solo entre el 19 y 31% de los puntos de aglomeración vehicular y fuentes fijas cumplen con los límites máximos permisibles para horario diurno establecidos en Colombia y entre 12 y 17% en el horario nocturno.
Como aspecto esencial para la generación y desarrollo de programas efectivos de control de ruido en Cartagena de Indias es necesario realizar el diagnóstico adecuado del nivel de contaminación a lo largo del territorio de manera continua, para lo cual es necesario el establecimiento o implementación de un sistema de monitoreo inteligente de ruido. Este sistema consta de un dispositivo capaz de detectar, medir y asociar el ruido generado por las diversas fuentes de emisión de manera automática.
El éxito del sistema de monitoreo inteligente está ligado a su adaptación a las necesidades y condiciones ambientales, normativas, técnicas y sociales existentes en el distrito; Para cumplir con lo descrito, en este documento son propuestos los lineamientos para su efectivo establecimiento, que comprende las directrices de los planes y programas a desarrollar.
De manera general, los planes y programas a desarrollar para el establecimiento del sistema de monitoreo planteados en dichos lineamientos comprenden el conjunto de acciones necesarias para la identificación de los puntos con elevada contaminación por ruido, con base en su nivel de exposición y sensibilidad al ruido. A su vez, son expuestas las pautas para el establecimiento del sistema de monitoreo inteligente de ruido en el distrito, teniendo en cuenta su planificación, ubicación, manejo de información y mantenimiento y calibración.
A pesar de que un sistema de monitoreo muy difícilmente podrá monitorear la totalidad del distrito, con una planificación adecuada del sistema podrá ser monitoreado en tiempo real el nivel de ruido de las zonas más representativas de la ciudad, pudiendo ser extendido este monitoreo a la totalidad del territorio. Con esta información es posible llevar a cabo el monitoreo continuo de la situación de ruido en tiempo real, y contribuir al desarrollo del diagnóstico y acciones para su control.