Cartagena, escenario natural para el arte y la cultura
“La cultura debe ser considerada en grande, no como un simple medio para alcanzar ciertos fines, sino como su misma base social. No podemos entender la llamada dimensión cultural del desarrollosin tomar nota de cada uno de estos papeles de la cultura”.
Amartya Sen31
Contexto: Importancia de la cultura en una sociedad
El desarrollo cultural de una ciudad es un punto de partida fundamental para diagnosticar el estado de una sociedad y su nivel de progreso. La cultura subyace al proceso de desarrollo, es anterior a las estructuras económicas o políticas. Y tal como lo afirma la Organización de los Estados Iberoamericanos – OEI, “la cultura ha redefinido paulatinamente su papel frente a la economía y al desarrollo. Poco se duda ya acerca de su importancia como inductora de desarrollo y cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad cultural, la integración de comunidades minoritarias, los procesos de igualdad de género y la problemática de las comunidades urbanas y rurales marginadas”32.
De esta manera, desde las instancias gubernamentales se ha adquirido conciencia de que las medidas políticas, las decisiones económicas y financieras y las transformaciones sociales, tienen muchas más probabilidades de avanzar de manera exitosa si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para atender las inquietudes y necesidades de la sociedad. Todas las manifestaciones culturales como la gastronomía, la danza, la música, los ritos, la vida cotidiana, los bienes muebles e inmuebles y demás expresiones que conforman nuestro patrimonio material e inmaterial, son activos que impulsan el desarrollo socioeconómico de comunidades, empresas o individuos, ayudan a disminuir la desigualdad; esto aporta elementos para la distinción que se hace de la cultura como un medio: recurso para mejorar las condiciones de vida, pero también como un fin en sí mismo, en el sentido que los actos humanos nos identifican, nos otorgan sentido tanto individual como colectivo.
Cómo está la cultura en Cartagena
Cartagena es una ciudad con un gran patrimonio cultural, artístico, alimentario, arquitectónico. El talento musical, dancístico y gastronómico parece ser inherente a las personas, así como el carisma, la recursividad y elocuencia.
Si bien el talento de la gente es enorme, debemos tener en cuenta que la mayor parte de los artistas son empíricos, lo cual no niega en ningún momento el talento, pero si los pone en desventaja respecto a las exigencias del mercado o frente a una competencia de otras regiones de Colombia, donde los artistas sí han estudiado carreras artísticas, han llevado su arte a modelos de profesionalización mucho más altos, conocen modelos de gerencia y gestión cultural, a nivel teórico tienen herramientas en desarrollo y cultura y por ende, logran crear empresas culturales y creativas de más alto impacto, innovadoras y sostenibles. En ese orden de ideas, es imperativo hacer un gran esfuerzo y trabajar para romper los niveles altos niveles de desigualdad y exclusión social a través de herramientas que tiendan a la profesionalización de nuestros artistas, impulsen el emprendimiento creativo y cultural y brinden opciones a jóvenes de formarse como artistas y promotores de nuestro patrimonio, pero asimismo, de abrirles el espacio para que logren insertarse en circuitos culturales competitivos para que puedan vivir de su actividad económica cultural.
De igual manera, en cuanto a cultura se refiere, es indispensable el fortalecimiento del órgano rector de la cultura y el patrimonio en Cartagena, con el fin de que pueda hacer apuestas que trasciendan del apoyo a eventos aislados, a la creación de líneas de acción tendientes a generar estrategias que visibilicen y profesionalicen a nuestros artistas, que promuevan el emprendimiento cultural y la creación de bienes y servicios de gran calidad, que puedan insertarse en el mercado y acelerar la economía de la ciudad. Al igual que la creación de festivales o estrategias que fortalezcan cada sector artístico, como por ejemplo, una estrategia Distrital en danzas, una ruta gastronómica, un festival Distrital de artes donde confluyan las diversas experiencias barriales y de los corregimientos, las producciones de todas las dimensiones culturales, a través de las cuales contribuir a la formación de público como productor y consumidor de arte y cultura con miras a una ciudadanía empoderada.
Pero así mismo, existe otra población que impacta el quehacer cultural de la ciudad y no se refiere solo a los artistas y gestores culturales, a los bienes de patrimonio material o al sector turístico que viene a Cartagena atraído por nuestra cultura, sino a la población general, todas las cartageneras y cartageneros deben tener derecho por igual a disfrutar del arte, a ocupar su tiempo libre con actividades culturales sanas y a fortalecer su identidad a través de la apropiación de su patrimonio. De tal manera es indispensable impulsar el acceso a toda la población, en especial a la más pobre y vulnerable, al arte y a los espacios museísticos y culturales; a agendas culturales permanentes y de altísima calidad, al fortalecimiento de las identidades a través de celebraciones artísticas de la conmemoración de la fundación de Cartagena de Indias, de las Fiestas de Independencia.
El nivel de insatisfacción e indiferencia respecto a la oferta cultural de la ciudad medida a 2015 alcanza un 59%, mientras el índice de plena satisfacción es de 4.3% y el de la población medianamente satisfecha es de 37%. Así mismo, de las personas que se consideran pobres el 59% declara haber participado en al menos una actividad cultural mientras que el 70% de los que se declaran no pobre, dice haber participado en una actividad cultural durante 201533.
Ver cine con el 29%, es la actividad cultural en la que más participan los cartageneros, seguido por leer libros 22%, participar en las Fiestas de Independencia 18%, visitar monumentos con el 17%, ir a conciertos con un 12%, participar en ferias con un 11% y asistir a teatro un 3.2% El 38% dice leer un libro al año, el 28% dos libros y el 19% más de cuatro libros al año34.
El 93% de los artistas que han entrado a hacer parte de plataformas de emprendimiento cultural y creativo pertenece a estratos socioeconómicos 1, 2 y 3. De dichos emprendimientos el 90% se encuentran en un rango de edad entre 20 y 30 años y el 32% es profesional. El 70% de los emprendimientos funciona en las casas donde habitan y el 48% de sus ventas de servicios o productos ocurre entre octubre y diciembre de cada año y solo el 12% logra acceder a créditos, hecho que ratifica las barreras que encuentran las empresas que pertenecen a la industria creativa, al momento de recurrir a las entidades financieras en busca de préstamos y otros servicios35.
En cuanto al análisis cualitativo arrojado en las mesas de trabajo territoriales, rurales, poblacionales y sectoriales realizadas para la realización del Plan de Desarrollo, muestra una baja participación de la población en actividades culturales de ciudad y que nuestras agendas culturales no están siendo atractivas para la población, especialmente por las franjas que requieren prioridad de atención como la primera infancia, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, tercera edad, población vulnerable y minorías. Lo cual queda demostrado a través de ejemplos como el hecho de que para el año 2015 la población de primera infancia (0 a 6 años) más la de niños y niñas de (7-12 años) era de 221.881, de la cual solo se logró atender por medio de actividades culturales solo a un 0.5%, a lo que se le suma el hecho de que dentro de la cadena de valor, no se involucró la capacitación o sensibilización a padres o cuidadores de los infantes, niños y niñas, quienes son los directamente responsables de garantizar el cumplimiento de sus derechos y desarrollo. Así, podría citarse ejemplos de todas las franjas de población, por ende, se deben crear programas culturales especializados, con enfoque diferencial y con más amplia cobertura, que propendan por el mejoramiento de la calidad de vida, la inclusión social, la prevención de vulneración de derechos, acordes con un proceso donde lo primero es la gente, el desarrollo de ser en todas sus dimensiones para fortalecer el tejido social.
Las necesidades comunes detectadas en mesas del Plan del Desarrollo evidencia la necesidad de consolidación de políticas públicas culturales que fortalezcan la labor de artistas y gestores culturales, pero a la vez que logren mayor impacto en la población, empezando por trabajar proyectos que tiendan a fortalecer la identidad de los cartageneros, a sentirse orgullosos de su ciudad, parte de una idiosincrasia; realizar un trabajo enfocado al fortalecimiento de la educación artística y cultural que propenda por el emprendimiento creativo; al mejoramiento o construcción de infraestructura cultural profesional; a la consolidación de una agenda cultural permanente y al rescate y preservación de bienes de interés cultural, especialmente en territorios.
Otra prioridad latente es la necesidad de crear mecanismos de medición del sector artístico y cultural, cuyos indicadores den cuenta del impacto de la cultura como motor de desarrollo socioeconómico en la ciudad, y que muestre el aporte en cuanto a generación de empleo, turismo y cultura, emprendimiento, etc.