Marielita y su amor por los sauces
Solar de la casa
el viento en tránsito vespertino
palpa la herida del vidrio
cruza la ventana rota.
El sauce con nostalgia de manigua
baila en sensación yaraví
-no olvida su rostro de selva-.
Hojas delgadas cantan
la balada de septiembre,
estigmas de rocío
grabaron la suma de sus lágrimas
-un árbol llora,
nadie comprende el llanto vegetal-.
Entre cunas de su tronco
vive el agua de la lluvia
-presiente la próxima sed-.
Laberintos de la cáscara
plegarias zurdas de animales
rezagados por la estampida del destino.
-Sauce grande, imperfecto
me das sabor a pasado
-eco del silencio-
-voz verde en mi libreta de nostalgias-.
Árbol retorcido… eslabón del tiempo
en tu sabiduría escondo mis penas.
Animal asustado: payador humilde
el antiguo sauce
me guarda dentro de su corazón.
Jesús Stapper